La tecnología ha cambiado prácticamente cualquier sector, pero la industria del cine y el vídeo es uno de los que más ha vivido el cambio.
El espectador se ha encontrado con una experiencia mucho más interactiva en estos últimos años. Aparición de estándares como la calidad 4K y 8K, el streaming de vídeo, la VR o la AR son buenos ejemplos de ellos.
En los siguientes apartados hemos desglosado diferentes tecnologías para que podamos ver cómo está cambiando el cine y el vídeo en la actualidad.
Producción de vídeo en 4K y 8K
La resolución 4k ofrece una muy alta calidad y nitidez. Esta tecnología está presente tanto en cines, como en algunos de nuestros televisores.
Algunas salas de cine exhiben películas en calidad 4K, aunque es diferente al que podemos ver en nuestra TV; en concreto, tiene 4096 líneas en lugares de las 3840 de una televisión convencional (es decir, una resolución de 4096 x 2160 píxeles).
Pero todo esto está a punto de cambiar con el estándar 8K que promete doblar la calidad del 4k. Su resolución nativa es de 7680 x 4320 píxeles; es decir, de casi 8000 píxeles de altura.
Este estándar ofrece mayor calidad, cambio de macro y gestiona mejor los efectos especiales. Sin embargo, la postproducción audiovisual de este formato es mucho más lenta y el tamaño de los archivos es mayor.
Además, el ojo humano tiene ciertas limitaciones, por lo que está por ver si hay muchas diferencias entre el 4K y el 8K en la práctica.
Realidad virtual (VR) y realidad aumentada (AR) en la industria del cine y el video
Hay quienes consideran que la Realidad virtual (VR) es una simple evolución de las películas 3D, cuando la realidad es que es un concepto que va más allá.
La VR consigue una inversión total de la película: es cómo si nos encontrásemos dentro, a escala 1:1, como si fuese la vida real. Gracias a gafas como las Oculus, podemos vivir esta experiencia cómodamente en el salón de nuestra casa.
La realidad aumentada o AR superpone los objetos digitales frente a los físicos, teniendo interesantes aplicaciones en el cine y vídeo. Sin embargo, todavía no hay mucha implicación de los medios en este sentido, aunque tenemos claro que los resultados serían increíbles
Edición y postproducción de vídeo
El desarrollo de los sistemas informáticos y la evolución del hardware permite optimizar la postproducción audiovisual, consiguiendo que sea más competente (reduciendo el tiempo de renderizado y mejorando la capacidad de procesamiento de los equipos).
Algunos de los programas que más se utilizan para la postproducción audiovisual en el cine son: Avid, Adobe Premiere y Final Cut X. Por supuesto, estamos hablando de software que se actualiza de forma frecuente, con el objetivo de ser capaz de cubrir las necesidades emergentes.
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Producción virtual en tiempo real (VPX)
La tecnología VPX permite rodar en diferentes localizaciones, reduciendo el tiempo que se tardaría en comparación con la forma tradicional.
Se podrá ver en tiempo real a los personajes integrados en el entorno.
Esto es muy interesante, porque el director podrá saber en todo momento si la escena está funcionando, añadiendo cambios según corresponda. No se perderá tiempo revisando luego la escena y volviendo a desplazarse para repetirla si no funciona.
La VPX ha evolucionado mucho gracias al desarrollo audiovisual, pero todavía está empezando a usarse. Se espera que en el futuro se pueda filmar una buena película desde solo un lugar.
La importancia de la seguridad en la producción de vídeo
Cualquier filtración podría afectar negativamente a la producción de un vídeo. Por esta razón, la seguridad también entra dentro de la postproducción audiovisual del proceso.
En ese sentido, aparecen protocolos de seguridad mucho más avanzados que permiten evitarlas. Por ejemplo, Marvel se ha tomado muy en serio esto y en las últimas producciones ofrecía un código de acceso a sus actores para acceder a una web. Tras introducirlo, recibían una ubicación física a la que tenían que ir. Al llegar ahí, se sentaban en un PC y podían leer el guion.
Estos son tan solo algunos de los muchos cambios que la tecnología está provocando en la industria del cine y el vídeo. Sin embargo, la evolución está siendo tan vertiginosa que puede que en unos años ni tan siquiera reconozcamos estos sectores.