Cuando pensamos en matricularnos en un Máster solemos hacerlo con vistas a mejorar nuestras opciones de cara a conseguir un buen empleo futuro.
Muchas empresas tienen en cuenta en los diferentes procesos de selección a candidatos con unos conocimientos actualizados, porque esto repercutirá directamente en beneficio de la misma.
¿Por qué otras razones debes estudiar un Máster? ¡Toma nota!
¿Sabías que en los últimos cinco años han aumentado las matrículas de los Másteres hasta un 40% en toda España? Vivimos en un país cada vez más preparado, más competitivo y con perfiles profesionales aptos para trabajar en cualquier parte del mundo.
No importa la edad que tengas a la hora de matricularte en un Máster, tus opciones de crecer en tu empresa, cambiar de trabajo o conseguir un empleo, aumentan paralelamente al seguir un plan formativo profesional y especializado.
Un Máster es ya una inversión de presente, una manera práctica y teórica de diferenciar tu currículum de otros candidatos, y poder encauzar tu carrera profesional allá por dónde deseas.
Mayor empleabilidad. Qué duda cabe que estudiar un Máster implica poder optar a un mayor número de puestos de trabajo. No solo se trata de tener una formación específica o una carrera universitaria sino del valor añadido que te diferencie.
La empleabilidad de los estudiantes de un Máster es un 55% más alta respecto a los que no lo eligen como formación complementaria.
Diferenciación. Esta es precisamente otra de las ventajas de estudiar un Máster para tu presente, diferenciarte de la competencia, que cada vez está mejor preparada. Necesitas una formación extra para sobresalir entre el resto.
Actualización de conocimientos. Puede ser que terminases hace tiempo la carrera y necesites actualizar los conocimientos, sin duda, matriculándote en un Máster conseguirás volver a tener conocimientos y conceptos más frescos y actuales.
Especialización. Puedes haber estudiado una carrera, pero un Máster es una formación complementaria donde adquirirás de forma práctica, las competencias y herramientas necesarias para aplicar en un puesto de trabajo desde el primer día.
Un Máster te ayuda a especializarte, de eso no hay duda.
Progresar en tu empresa. Estudiar un Máster te ayuda a ser más productivo y/o a promocionarte dentro de tu actual empresa. Puedes compatibilizar tu Máster con el trabajo para conseguir mejores resultados.
Reconducir tu carrera profesional. Gracias a una formación como esta puedes reconducir tu carrera profesional hacia el campo y especialidad que más te apasionen.
Reciclaje. ¿Cansado de lo de siempre? Opta por estudiar un Máster y actualizar tanto tu currículum como tu vida profesional. Una manera estupenda de llevar a cabo un inteligente reciclaje profesional.
Una formación más práctica. La teoría es importante cómo no, pero los Másteres tienen una formación práctica vital para la perfecta asimilación de los conceptos por parte del alumno. Aprenderás la técnica y a aplicar la parte teórica.
Estimula la mente. No hay nada más digno que estudiar, y con un Máster aparte de mejorar tu empleabilidad conseguirás estimular tu mente y sentirte activo, motivado y con ganas de aprender más y conseguir el objetivo final: saber hacer.
Amortización rápida. Matricularte en un Máster es sin duda una inversión de amortización rápida tanto a nivel personal como formativo y profesional.
¡Seguro que sí!